Desde la Unidad de ESCOLARES-PREESCOLARES del CHGUV, queremos dar a conocer esquemáticamente nuestra forma de trabajar.
Somos un equipo preocupado, tanto por el estado físico del niño/a como por su estado emocional, ya que este último repercute en la mejoría o curación del mismo. Respecto a los familiares creemos que si están emocionalmente fuertes, se lo trasmitirán al niño/a, creando un círculo de bienestar.
El paciente pediátrico presenta peculiaridades y características propias completamente diferentes a las del adulto en todas las facetas, especialmente durante su hospitalización, ya que en este proceso tiene necesidades diferentes a las de los adultos.
La relación del personal de Enfermería entre el niño/a y su familia es de vital importancia para que se produzca una adecuada aceptación de la situación por parte del niño/a-familia como para que nosotr@s como profesionales para poder desarrollar nuestras funciones íntegras y que la aplicación del tratamiento sea efectiva. Por ello debe tenerse en cuenta que hay que prestar atención no sólo a la faceta biológica del niño/a si no también al aspecto psicosocial. En esta faceta es primordial, la familia como grupo primario de pertenencia del niño/a, donde se siente seguro, protegido y que resulta su medio básico de socialización.
Trabajamos con ambos, identificando sus valores culturales, posibles necesidades y expectativas , adaptando los cuidados de enfermería de una forma óptima que logre que la repercusión en la vida que una estancia hospitalaria supone, sea lo menos traumática posible.
En cuanto a la actitud del profesional que atiende a estos pacientes, el acompañamiento terapéutico y la relación empática, son elementos que determinan el estado emocional del niño y afectan a la comprensión de los procesos que experimenta, condicionando sus respuestas ante los cuidados de enfermería.
Para ello procuraremos en la medida de lo posible:
- fomentar el juego
- favorecer la relación padres-niño (evitar separaciones en lo posible)
- ofrecer apoyo y consuelo a niño/a-familia
y lo mas importante: desarrollo y aplicación de la EMPATIA (descrita como la habilidad y capacidad de reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás) Teniendo siempre presentes los factores condicionantes en el niño/a: edad, capacidades cognitivas, condición física, estadio de la enfermedad, y respuesta ante el tratamiento y su familia (valores culturales, necesidades y expectativas).
Estrategias de los profesionales ante la relación con el niño/a y su familia:
- Conversaciones lúdicas, relatos de anécdotas, bromas y risas: recrean y distraen al niño durante los procedimientos o las revisiones médicas disminuyendo su tensión y ansiedad, demuestran empatía y permiten una mayor receptividad frente a las actividades terapéuticas estimulando comportamientos positivos, el aprendizaje y la interacción social.
- Empatía con la familia: el niño/a percibe y tiene en cuenta la relación de simpatía/antipatía que se establece entre el personal de enfermería y su familia o adultos significativos.
- Creación de vínculos afectivos: manifestar interés por su estado de salud, trato cercano, muestras de afecto tanto con el lenguaje verbal como con las expresiones corporales y el lenguaje no verbal.
- Interés por los gustos y entretenimientos de los niños en el hospital y en especial a su vivencia de la enfermedad y la hospitalización.
- Claridad en las explicaciones y sólidas argumentaciones en las actuaciones de enfermería permiten que los niños/as se sientan respetados por los adultos.
Demandas de los niños frente a la hospitalización:
- Necesidad de diálogo con los adultos: les permite ganar confianza y seguridad, dando respuestas efectivas en función de la comprensión del mensaje.
- Necesidad de su familia como grupo primario de pertenencia, donde se siente seguro y protegido.
Autoras:
A.Lopez, A. Perales, I.Minguez, V.Castelló, C. Francés
UN 10 PARA LAS PROFESIONALES QUE TRABAJAN CON LOS NIÑOS, SIEMPRE HE PENSADO QUE SON SERES ESPECIALES. EL PERSONAL DE CHGU ES UN GRAN EJEMPLO DE ELLO..